Este tema a continuación es uno que se ha discutido indirectamente en ediciones anteriores de la Revista Illescana, pero no ha sido tomado a profundidad seria, como realmente debe ameritarse. En Puerto Rico en la actualidad el sistema económico establecido, en lo cual las políticas macroeconómicas de las administraciones políticas se establecen a base del consumo. Esto último es una de las variables más importante de las formulas econométricas llamadas PNB (se compone de = consumo + gasto gubernamental + inversión) y PIB (se compone de= consumo +gasto gubernamental + inversión + exportaciones netas ''la suma de las exportaciones e importaciones''), estas dos fórmulas matemáticas muestran el verdadero estado de la enfermedad de un país. Incluso el sistema de divisa internacional se calcula a base de los resultados del PIB. En nuestro sistema económico en la última década, la modalidad de sobre patrocinar el consumo al comercio local e interestatal, nos está llevando por un camino no correcto. Voy a mencionar algunas particularidades que se están desarrollando en la actualidad por consecuencia del exceso de consumerismo.
La primera particularidad es que en nuestra Isla ha habido una gran penetración de grandes compañías denominadas Mega Tiendas, estos negocios al tener gran capacidad adquisitiva, pueden comprar sus productos por grandes lotes y como consecuencia pueden vender sus productos más baratos, comparado con los pequeños y medianos comerciantes puertorriqueños. A desencadencia de esto, resulta que el consumidor tiende a gastar su dinero en exceso en estas Mega Tiendas norteamericanas, el efecto más negativo de todo esto, es que se crea un efecto de fuga de dinero. El papel moneda se va hacia afuera y comienza a minimizar posibles inversiones futuras de comerciantes locales. Potenciales empleos en el futuro son perdidos, la recesión económica queda inalterada.
La segunda particularidad del exceso de consumerismo, es que se crea un pensamiento ideológico por consumir productos domésticos y comestibles del exterior. Desde hace par de décadas, a base de los números de las exportaciones e importaciones reportadas por el Departamento de Estado y Hacienda, están mostrando claramente una tendencia mayoritaria a la búsqueda de importación de productos baratos que pueden ser producidos aquí exitosamente y con excelente calidad. En la actualidad las estimaciones más conservadoras entre los economistas puertorriqueños con la relación a la importación neta hacia la Isla, son aproximadas al 85% y algunos insisten que este número es mayor. Este exceso de importación ha conllevado a que la agricultura y la industria agropecuaria sean solamente trabajada por un pequeño sector laboral. Claramente es una pena que dos industrias que producen un producto importante de consumo alimenticio y que siendo administrada eficientemente, puede ser una industria de gran fuente de empleo local, resolvería bastante el problema de la recesión económica en Puerto Rico. Lo más relevante y negativa de esta particularidad de las sobre importaciones, es que la mayoría de los productos de consumo llegados aquí (pollo, legumbres, ropa y etc.) son considerados de mediana y baja calidad en el mercado exterior. Por lo que nuestro mercado local, está siendo saturado por productos de baja calidad vendidos a precios inflados.
La tercera particularidad del sobre exceso de consumerismo, es que no se crea un ideal de ahorro. Una buena parte de los consumidores puertorriqueños en la actualidad, se le ha inculcado el ideal de comprar en exceso e incluso comprar cosas que son innecesarios y de poco uso. Esto es indicativo del vicio que significa en comprar en exceso. Incluso el Gobierno Central gasta y gasta, pero no tiene políticas de ahorro autosustenble, como consecuencia de esto se ve obligado a pedir prestado cada año de presupuesto fiscal para poder cuadrar caja. Si nuestro principal empleador y promotor de la economía, no tiene políticas de ahorro y busca constantemente patrocinar el exceso de consumo mediante el gasto irresponsable. Nuestra sociedad local va a seguir aprendiendo a gastar y a gastar, para luego quejarse de los costos de inflación (costo de agua, luz, gasolina y alimentos) y así como consecuencia llegan los problemas sociales e incluso de huelga (ejemplo de eso el caso del Retiro de Maestro). La mejor muestra de un ideal enfermizo de sobre exceso de consumo, es evidenciado en el famoso ''Black Friday'', en este día vemos a través de la pantalla de la televisión a la gente en forma de multitud actuar como si fuera el apocalipsis, todo por ahorrarse pal de centavos en productos de pésima calidad (ejemplo de eso, que los televisores vendido a precios de quemarropa, su durabilidad promedio es de solamente dos años). Por lo que urge un cambio de mentalidad en los consumidores puertorriqueños, para que gasten de forma más responsable y así no sigan engordando la billetera de los grandes consorcios norteamericanos.
Las particularidades son bastantes relacionadas con este problema, pero entendemos que estas son las más preocupantes. Una solución para evitar que el exceso de consumo siga causando daños a nuestra economía, es buscar que la entidad más grande ''el gobierno'' fomente el ahorro. Esta modalidad es la mejor forma para crear capital a largo plazo, así se evitaría pedir menos prestado y como consecuencia se evitarían mucho de los problemas sociales que se ven hoy en día. Un ejemplo de una nación que es partidaria de esto, es la propia Estados Unidos, esta hace grandes recortes de presupuesto en su sistema gubernamental para crear un fondo monetario a largo plazo. A pesar que el norteamericano es un fiel creyente al gasto de consumo gubernamental y privado (desde 1936), la realidad numérica es que estos, no gastan tanto en promedio como el puertorriqueño. Un ejemplo de esto es que las principales tiendas Wal Mart que más venden son las que están establecidas en Puerto Rico. Por eso es un poco dudable que este consorcio deja tan preciado mercado a la merced de su competencia global. Estos datos a base de estadísticas, es una muestra más de nuestra ideal marcado del sobre exceso de consumo en Puerto Rico. Urgen medidas y enseñanza del ideal de ahorrar, para así crear capital en tiempos de estrechez económica, algo que todavía estamos sufriendo desde el 2006, mientras sea patrocinado el gasto de consumo en exceso seguiremos estando en esta recesión económica profunda. Cada año próximo en el futuro el consumo local será enfocado a los productos de consumo vital (ropa, comida, gasolina, automóviles y casa), el consumo de lujo (gasto de pasatiempo, cine, playa, culturales, actividades benéficas y etc) será mucho menos, el desempleo será mayor, esto se le llama el consumo de substitución. Por lo que para evitar este panorama sombrío del mercado, es sumamente necesario estimular el ahorro.
La primera particularidad es que en nuestra Isla ha habido una gran penetración de grandes compañías denominadas Mega Tiendas, estos negocios al tener gran capacidad adquisitiva, pueden comprar sus productos por grandes lotes y como consecuencia pueden vender sus productos más baratos, comparado con los pequeños y medianos comerciantes puertorriqueños. A desencadencia de esto, resulta que el consumidor tiende a gastar su dinero en exceso en estas Mega Tiendas norteamericanas, el efecto más negativo de todo esto, es que se crea un efecto de fuga de dinero. El papel moneda se va hacia afuera y comienza a minimizar posibles inversiones futuras de comerciantes locales. Potenciales empleos en el futuro son perdidos, la recesión económica queda inalterada.
La segunda particularidad del exceso de consumerismo, es que se crea un pensamiento ideológico por consumir productos domésticos y comestibles del exterior. Desde hace par de décadas, a base de los números de las exportaciones e importaciones reportadas por el Departamento de Estado y Hacienda, están mostrando claramente una tendencia mayoritaria a la búsqueda de importación de productos baratos que pueden ser producidos aquí exitosamente y con excelente calidad. En la actualidad las estimaciones más conservadoras entre los economistas puertorriqueños con la relación a la importación neta hacia la Isla, son aproximadas al 85% y algunos insisten que este número es mayor. Este exceso de importación ha conllevado a que la agricultura y la industria agropecuaria sean solamente trabajada por un pequeño sector laboral. Claramente es una pena que dos industrias que producen un producto importante de consumo alimenticio y que siendo administrada eficientemente, puede ser una industria de gran fuente de empleo local, resolvería bastante el problema de la recesión económica en Puerto Rico. Lo más relevante y negativa de esta particularidad de las sobre importaciones, es que la mayoría de los productos de consumo llegados aquí (pollo, legumbres, ropa y etc.) son considerados de mediana y baja calidad en el mercado exterior. Por lo que nuestro mercado local, está siendo saturado por productos de baja calidad vendidos a precios inflados.
La tercera particularidad del sobre exceso de consumerismo, es que no se crea un ideal de ahorro. Una buena parte de los consumidores puertorriqueños en la actualidad, se le ha inculcado el ideal de comprar en exceso e incluso comprar cosas que son innecesarios y de poco uso. Esto es indicativo del vicio que significa en comprar en exceso. Incluso el Gobierno Central gasta y gasta, pero no tiene políticas de ahorro autosustenble, como consecuencia de esto se ve obligado a pedir prestado cada año de presupuesto fiscal para poder cuadrar caja. Si nuestro principal empleador y promotor de la economía, no tiene políticas de ahorro y busca constantemente patrocinar el exceso de consumo mediante el gasto irresponsable. Nuestra sociedad local va a seguir aprendiendo a gastar y a gastar, para luego quejarse de los costos de inflación (costo de agua, luz, gasolina y alimentos) y así como consecuencia llegan los problemas sociales e incluso de huelga (ejemplo de eso el caso del Retiro de Maestro). La mejor muestra de un ideal enfermizo de sobre exceso de consumo, es evidenciado en el famoso ''Black Friday'', en este día vemos a través de la pantalla de la televisión a la gente en forma de multitud actuar como si fuera el apocalipsis, todo por ahorrarse pal de centavos en productos de pésima calidad (ejemplo de eso, que los televisores vendido a precios de quemarropa, su durabilidad promedio es de solamente dos años). Por lo que urge un cambio de mentalidad en los consumidores puertorriqueños, para que gasten de forma más responsable y así no sigan engordando la billetera de los grandes consorcios norteamericanos.
Las particularidades son bastantes relacionadas con este problema, pero entendemos que estas son las más preocupantes. Una solución para evitar que el exceso de consumo siga causando daños a nuestra economía, es buscar que la entidad más grande ''el gobierno'' fomente el ahorro. Esta modalidad es la mejor forma para crear capital a largo plazo, así se evitaría pedir menos prestado y como consecuencia se evitarían mucho de los problemas sociales que se ven hoy en día. Un ejemplo de una nación que es partidaria de esto, es la propia Estados Unidos, esta hace grandes recortes de presupuesto en su sistema gubernamental para crear un fondo monetario a largo plazo. A pesar que el norteamericano es un fiel creyente al gasto de consumo gubernamental y privado (desde 1936), la realidad numérica es que estos, no gastan tanto en promedio como el puertorriqueño. Un ejemplo de esto es que las principales tiendas Wal Mart que más venden son las que están establecidas en Puerto Rico. Por eso es un poco dudable que este consorcio deja tan preciado mercado a la merced de su competencia global. Estos datos a base de estadísticas, es una muestra más de nuestra ideal marcado del sobre exceso de consumo en Puerto Rico. Urgen medidas y enseñanza del ideal de ahorrar, para así crear capital en tiempos de estrechez económica, algo que todavía estamos sufriendo desde el 2006, mientras sea patrocinado el gasto de consumo en exceso seguiremos estando en esta recesión económica profunda. Cada año próximo en el futuro el consumo local será enfocado a los productos de consumo vital (ropa, comida, gasolina, automóviles y casa), el consumo de lujo (gasto de pasatiempo, cine, playa, culturales, actividades benéficas y etc) será mucho menos, el desempleo será mayor, esto se le llama el consumo de substitución. Por lo que para evitar este panorama sombrío del mercado, es sumamente necesario estimular el ahorro.
No hay comentarios:
Publicar un comentario