“Siete veces cae el justo, y vuelve a levantarse…”-Pr. 24:16 - Estudiemos: Miqueas 7: 8-9; Marcos 13:11; Lc. 12:12; Juan 14:25-31
En su libro “Peak Performers”, el Dr. Charles Garfiel describe la forma en la que los astronautas del Proyecto Apollo mantenían sus naves en el curso correcto, de esta forma:
“Los expertos explican que mientras viajaban, entre la tierra y la luna, la nave Apollo, estaba la mayor parte del tiempo saliéndose del curso. A intervalos seguidos, los ingenieros de vuelo en tierra, le advertían al capitán que la nave se había vuelto a salir de curso; y el capitán volvía a corregir el curso de forma manual, una y otra vez. ¿Sabe usted una cosa? Las constantes correcciones de curso no eran lo importante para nadie, porque lo importante era que ellos pudieran llegar a la luna y regresar a casa salvos. Ellos lo pudieron hacer, teniendo la disciplina y el conocimiento correcto para mantenerse en curso; corrigiéndose cada vez que fuera necesario. Ellos llegaron y regresaron a través de un camino crítico”.
¿No les parece que ese principio es aplicable a nuestras vidas también? Sea que nos dirijamos hacia la luna o que caminemos hacia el desarrollo personal, profesional o familiar; o sea que busquemos vivir una vida de servicio y obediencia a Dios, el principio a seguir es el mismo que siguieron los cosmonautas de la nave Apollo. Siempre habrá cambios imprevistos e inesperados, eventos que necesitarán un ajuste en el rumbo; siempre necesitaremos que expertos en el vuelo de la vida nos den algunas indicaciones. Como los cosmonautas del Proyecto Apollo, tenemos que admitir errores y hacer correcciones. Las personas que no permite ese tipo de ajustes nunca llegan a sus metas.
Jesús dijo que la Palabra y el Espíritu Santo serían nuestra brújula en el camino de la vida para corregir el rumbo. Y tú, ¿estás dispuesto/a a hacer los cambios de rumbo que sean necesarios?
Demos gracias a Dios por su Palabra y por su Espíritu que nos dirigen en el camino de la vida.
Por: Griselle M. Trujillo Cardona
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