He escuchado el deseo del humilde, y prepararé tu corazón y haré que mi oído escuche. Soy grande y poderoso, y levantaré al humilde, pero derribaré al malvado. El camino del recto evita el mal, y los que guardan su camino preservan su vida. El orgullo va delante de la destrucción y un espíritu altivo precede a la caída. Pero es mucho mejor ser humilde en espíritu, porque yo enseñaré al humilde el camino que debe seguir. Prosperaré y bendeciré al que confíe solo en mí. Los más jóvenes, sométanse a sus ancianos, y vístanse de humildad los unos hacia los otros, porque yo me opondré al orgulloso, pero mostraré favor al humilde. Humíllate bajo mi poderosa mano y yo te levantaré cuando sea tiempo.
Isaías 57:15; Salmos 10:17-18; 147:5-6; 1 Pedro 5:5-6
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