Venga mi Reino, que mi voluntad sea hecha, como en el cielo así también en la tierra. Mi Reino avanzará y se establecerá a través de la predicación y la enseñanza de mi Palabra, y a través de mis milagros de sanidad. Que las puertas de tu vida y de tu ciudad se abran para que entre el Rey de gloria. Estoy vestido de majestad y armado con poder; sin duda, todo el mundo está establecido, firme y seguro porque mi trono fue establecido hace mucho tiempo; desde la eternidad. No temas, pequeño, porque me ha placido darte el Reino. Que los hombres conozcan mis poderosas obras y la gloriosa majestad de mi Reino. Que los reinos de este mundo se conviertan en los reinos de mi Hijo, Jesucristo.
Mateo 4:23; Salmos 27:4; 103:19-22; 145:12
No hay comentarios:
Publicar un comentario