La Fiscalía General de Egipto interrogará al expresidente Hosni Mubarak por presuntos delitos de corrupción y abuso de poder, cargos que él negó hoy, pese al multitudinario reclamo popular para que se le juzgue.
El fiscal general Abdel Meguid Mahmud anunció que citó a Mubarak y a sus hijos Gamal y Alaa para que respondan a un equipo de investigadores, que intenta recabar evidencias sobre corrupción y uso de la violencia contra manifestantes pacíficos, según indicó la agencia oficial MENA.
De acuerdo con la fuente estatal, Mahmoud también ordenó el arresto del ex primer ministro Ahmed Nazif, quien será igualmente sometido a interrogatorio por cargos de corrupción y malversación de fondos públicos en la misma causa.
La indagatoria de las autoridades judiciales parte del supuesto de que el otrora gobernante egipcio robó al erario y estuvo, junto con sus hijos, ligado a la represión de las fuerzas de seguridad contra los manifestantes que durante 18 días demandaron su dimisión.
El Ministerio de Salud reconoció recientemente que en los días de las revueltas populares, llamadas aquí revolución, perdieron la vida más de 840 personas, la mayoría por disparos, golpizas, inhalación de gases lacrimógenos y otros abusos de la policía y agentes del Estado.
Asimismo, otras denuncias imputan al ex jefe de Estado y a su antiguo ministro de Petróleo Sameh Fahmi la venta de gas egipcio a Israel y a varios países occidentales a precios más baratos mediante arreglos financieros turbios, acusación admitida por el segundo.
Sin embargo, la acción de la fiscalía estuvo antecedida de un mensaje del otrora mandatario a través del canal satelital saudita Al-Arabiya, en el cual defendió su honor e inocencia, y negó rotundamente la abultada fortuna que se le atribuye.
En la primera declaración a un medio noticioso desde que fue defenestrado, el 11 de febrero, Mubarak aseguró desde su arresto domiciliario en el balneario de Sharm El-Sheikh que estaba preparado para ayudar en cualquier investigación sobre los bienes de su familia.
Rechazó tener cuentas bancarias en el extranjero y amenazó con demandar a sus acusadores, pero la Fiscalía General señaló en su comunicado que esas palabras no interferirán en las pesquisas.
"Me siento y continúo muy indignado (...) tanto mi familia como yo (...) por la campaña injusta contra nosotros, y las falsedades dirigidas a manchar mi reputación, mi integridad, mis principios y mi historia militar", afirmó Mubarak en el mensaje grabado este sábado.
Según constató Prensa Latina, la noticia generó discreto entusiasmo en la Plaza Tahrir, donde permanecen desde el sábado acampados cientos de egipcios desafiando a la Junta Militar, que los desalojó por la fuerza en incidentes que dejaron al menos un muerto y 71 heridos.
Los activistas afirmaron que pernoctarán en la emblemática plaza Tahrir, pese al toque de queda vigente de 02:00 a 05:00 hora local, para exigir se juzgue a Mubarak y a sus allegados, y la renuncia del jefe del Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas, Mohamed Hussein Tantawi.
El fiscal general Abdel Meguid Mahmud anunció que citó a Mubarak y a sus hijos Gamal y Alaa para que respondan a un equipo de investigadores, que intenta recabar evidencias sobre corrupción y uso de la violencia contra manifestantes pacíficos, según indicó la agencia oficial MENA.
De acuerdo con la fuente estatal, Mahmoud también ordenó el arresto del ex primer ministro Ahmed Nazif, quien será igualmente sometido a interrogatorio por cargos de corrupción y malversación de fondos públicos en la misma causa.
La indagatoria de las autoridades judiciales parte del supuesto de que el otrora gobernante egipcio robó al erario y estuvo, junto con sus hijos, ligado a la represión de las fuerzas de seguridad contra los manifestantes que durante 18 días demandaron su dimisión.
El Ministerio de Salud reconoció recientemente que en los días de las revueltas populares, llamadas aquí revolución, perdieron la vida más de 840 personas, la mayoría por disparos, golpizas, inhalación de gases lacrimógenos y otros abusos de la policía y agentes del Estado.
Asimismo, otras denuncias imputan al ex jefe de Estado y a su antiguo ministro de Petróleo Sameh Fahmi la venta de gas egipcio a Israel y a varios países occidentales a precios más baratos mediante arreglos financieros turbios, acusación admitida por el segundo.
Sin embargo, la acción de la fiscalía estuvo antecedida de un mensaje del otrora mandatario a través del canal satelital saudita Al-Arabiya, en el cual defendió su honor e inocencia, y negó rotundamente la abultada fortuna que se le atribuye.
En la primera declaración a un medio noticioso desde que fue defenestrado, el 11 de febrero, Mubarak aseguró desde su arresto domiciliario en el balneario de Sharm El-Sheikh que estaba preparado para ayudar en cualquier investigación sobre los bienes de su familia.
Rechazó tener cuentas bancarias en el extranjero y amenazó con demandar a sus acusadores, pero la Fiscalía General señaló en su comunicado que esas palabras no interferirán en las pesquisas.
"Me siento y continúo muy indignado (...) tanto mi familia como yo (...) por la campaña injusta contra nosotros, y las falsedades dirigidas a manchar mi reputación, mi integridad, mis principios y mi historia militar", afirmó Mubarak en el mensaje grabado este sábado.
Según constató Prensa Latina, la noticia generó discreto entusiasmo en la Plaza Tahrir, donde permanecen desde el sábado acampados cientos de egipcios desafiando a la Junta Militar, que los desalojó por la fuerza en incidentes que dejaron al menos un muerto y 71 heridos.
Los activistas afirmaron que pernoctarán en la emblemática plaza Tahrir, pese al toque de queda vigente de 02:00 a 05:00 hora local, para exigir se juzgue a Mubarak y a sus allegados, y la renuncia del jefe del Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas, Mohamed Hussein Tantawi.
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