Torreón.- A pesar del gran crecimiento demográfico que el país ha registrado en los últimos 40 años, el número de creyentes de todas las corrientes cristianas se incrementó casi un cien por ciento y de acuerdo con las cifras del Instituto Nacional de Estadística Geografía e Informática (INEGI), el número de fieles en el año 2011 alcanzó la cantidad de 94 millones 293 mil, mientras que al iniciar la década de los setentas apenas llegaba a los 47 millones 456 mil feligreses.
En la primera década del nuevo milenio, la Iglesia Católica perdió el 5 por ciento de sus creyentes, pero aun así la perdida no es tan significativa para el clero católico, ya que contabiliza en este año el 89 por ciento de la feligresía; sin embargo, los problemas graves que ha tenido el catolicismo dentro su estructura han obligado a sus seguidores a renunciar a la creencia debido a que los conflictos no satisfacen la necesidad espiritual.
Al inicio de los setentas, la Iglesia del Vaticano tenía casi el 98 por ciento de seguidores, cuya cifra se reflejaba en 46 millones 380 mil creyentes, pero después de 40 años, la porcentual se ubicó en 89 por ciento, con un descenso del 8.4.
Durante la década de los ochentas y noventas, la media se mantuvo y la variación fue de un 2.3 por ciento, a la baja, mientras las corrientes cristianas diferentes a la doctrina católica incrementaron un 8 por ciento al finalizar el siglo XX.
El número de creyentes evangélicos de las diferentes denominaciones alcanzó los 10 millones 76 mil simpatizantes al finalizar la primera década del tercer milenio.
De 1980 a 2010, las iglesias evangélicas incrementaron un 6.3 por ciento, asimismo algunos dirigentes cristianos evangélicos analizaron que el crecimiento fue sustancial y en los próximos 20 años posiblemente se alcance un cien por ciento de incremento.
La mayoría de las iglesias evangélicas enfocan la atención personalizada a las necesidades del creyente, incluso tratan de coadyuvar con acciones gubernamentales con el fin de ganar adeptos.
Así también utilizan los medios de comunicación para ofertar una buena propuesta espiritual. A finales de los años ochentas las doctrinas conservadoras de algunas congregaciones modificaron sus enseñanzas, las cuales le apostaron más a la liberación del espíritu.
Estas estrategias le valieron un incremento considerable, ya que en 1990 se habían contabilizado alrededor de 4 millones 527 mil simpatizantes y al terminó del año 2010 se sumaron 5 millones 549 mil de creyentes.
El Instituto Nacional de Estadística Geográfica e Informática (INEGI), indicó que aunque la mayoría de los mexicanos son católicos cada día son más los que se refugian en nuevos movimientos mercantilistas, como “Pare de Sufrir”, pero el grupo que más rápido gana terreno es el de los sin Dios (ateos).
Los creyentes se involucran cada día más en los nuevos movimientos religiosos que ganan terreno en el mercado de la fe, principalmente en las zonas rurales, urbanas marginadas y en las comunidades indígenas, afirma el estudio, además revela que estos fieles presentan dos características: porcentajes considerables de analfabetismo e ingresos menores a tres salarios mínimos.
En noviembre del año pasado, la “Asociación Civil Ateos Librepensadores Mexicanos” reunió a una gran cantidad de seguidores para incorporarse a la libertad de expresión, con el lema: “La fe no mueve montañas, la ciencia sí”, cuyos miembros expusieron temas nacionales y extranjeros, además abarcaron diversos contenidos sobre ateísmo, ciencia y pensamiento crítico.
Aunque son la minoría, el número de incrédulos en México ascendió a 4 millones 660 mil, cuya estadística representa el 4.9 por ciento, de un universo de 94 millones 293 mil, es decir del 100 por ciento.
En la primera década del nuevo milenio, la Iglesia Católica perdió el 5 por ciento de sus creyentes, pero aun así la perdida no es tan significativa para el clero católico, ya que contabiliza en este año el 89 por ciento de la feligresía; sin embargo, los problemas graves que ha tenido el catolicismo dentro su estructura han obligado a sus seguidores a renunciar a la creencia debido a que los conflictos no satisfacen la necesidad espiritual.
Al inicio de los setentas, la Iglesia del Vaticano tenía casi el 98 por ciento de seguidores, cuya cifra se reflejaba en 46 millones 380 mil creyentes, pero después de 40 años, la porcentual se ubicó en 89 por ciento, con un descenso del 8.4.
Durante la década de los ochentas y noventas, la media se mantuvo y la variación fue de un 2.3 por ciento, a la baja, mientras las corrientes cristianas diferentes a la doctrina católica incrementaron un 8 por ciento al finalizar el siglo XX.
El número de creyentes evangélicos de las diferentes denominaciones alcanzó los 10 millones 76 mil simpatizantes al finalizar la primera década del tercer milenio.
De 1980 a 2010, las iglesias evangélicas incrementaron un 6.3 por ciento, asimismo algunos dirigentes cristianos evangélicos analizaron que el crecimiento fue sustancial y en los próximos 20 años posiblemente se alcance un cien por ciento de incremento.
La mayoría de las iglesias evangélicas enfocan la atención personalizada a las necesidades del creyente, incluso tratan de coadyuvar con acciones gubernamentales con el fin de ganar adeptos.
Así también utilizan los medios de comunicación para ofertar una buena propuesta espiritual. A finales de los años ochentas las doctrinas conservadoras de algunas congregaciones modificaron sus enseñanzas, las cuales le apostaron más a la liberación del espíritu.
Estas estrategias le valieron un incremento considerable, ya que en 1990 se habían contabilizado alrededor de 4 millones 527 mil simpatizantes y al terminó del año 2010 se sumaron 5 millones 549 mil de creyentes.
El Instituto Nacional de Estadística Geográfica e Informática (INEGI), indicó que aunque la mayoría de los mexicanos son católicos cada día son más los que se refugian en nuevos movimientos mercantilistas, como “Pare de Sufrir”, pero el grupo que más rápido gana terreno es el de los sin Dios (ateos).
Los creyentes se involucran cada día más en los nuevos movimientos religiosos que ganan terreno en el mercado de la fe, principalmente en las zonas rurales, urbanas marginadas y en las comunidades indígenas, afirma el estudio, además revela que estos fieles presentan dos características: porcentajes considerables de analfabetismo e ingresos menores a tres salarios mínimos.
En noviembre del año pasado, la “Asociación Civil Ateos Librepensadores Mexicanos” reunió a una gran cantidad de seguidores para incorporarse a la libertad de expresión, con el lema: “La fe no mueve montañas, la ciencia sí”, cuyos miembros expusieron temas nacionales y extranjeros, además abarcaron diversos contenidos sobre ateísmo, ciencia y pensamiento crítico.
Aunque son la minoría, el número de incrédulos en México ascendió a 4 millones 660 mil, cuya estadística representa el 4.9 por ciento, de un universo de 94 millones 293 mil, es decir del 100 por ciento.
No hay comentarios:
Publicar un comentario