Brasilia, 8 abr (PL) En medio del dolor y el repudio de los brasileños, fueron sepultadas hoy 11 de las 12 víctimas mortales de la masacre en una escuela del estado brasileño de Río de Janeiro, mientras la última fue cremada.
En la peor y más lamentable tragedia ocurrida en Brasil, un hombre, identificado como Wellington Menezes de Oliveira, de 23 años, mató este jueves a 12 alumnos e hirió a otros 17, algunos de ellos de gravedad, en la Escuela Municipal Tasso da Silveira, en Realengo, zona oeste de Río de Janeiro.
El tirador, un exalumno de ese centro escolar, logró entrar haciéndose pasar por un conferenciante. Con dos pistolas, una calibre 38 y otra 32, Wellington realizó más de 60 disparos. Después de ser herido por un policía, el pistolero se suicidó.
Otros 10 heridos permanecen internados, dos de ellos en estado grave.
La tragedia conmovió al país y ante el lamentable suceso, el gobierno de Río de Janeiro y la prefectura de la ciudad decretaron siete días de luto oficial. La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, decretó tres días de luto oficial a nivel nacional.
Rousseff repudió la masacre y rindió un sentido homenaje a quienes calificó de menores inocentes que perdieron la vida y el futuro a tan temprana edad.
En el palacio presidencial, Rousseff señaló que "no era característico del país este tipo de crimen. Por eso, considero que todos aquí, todos nosotros, hombres y mujeres aquí presentes, estamos unidos en el repudio a aquel acto de violencia, en el repudio a este tipo de violencia, sobre todo con menores indefensos".
Pocas horas después, la mandataria brasileña volvió a referirse a la tragedia y señaló que "hoy es un día muy triste para nosotros. Este es un país que tuvo siempre una relación de gran cariño cultural por los niños". Y añadió que resulta inadmisible la violencia en general, pero la violencia contra los infantes es algo que nos coloca a todos los brasileños en una situación de gran repudio y gran sentimiento.
En la peor y más lamentable tragedia ocurrida en Brasil, un hombre, identificado como Wellington Menezes de Oliveira, de 23 años, mató este jueves a 12 alumnos e hirió a otros 17, algunos de ellos de gravedad, en la Escuela Municipal Tasso da Silveira, en Realengo, zona oeste de Río de Janeiro.
El tirador, un exalumno de ese centro escolar, logró entrar haciéndose pasar por un conferenciante. Con dos pistolas, una calibre 38 y otra 32, Wellington realizó más de 60 disparos. Después de ser herido por un policía, el pistolero se suicidó.
Otros 10 heridos permanecen internados, dos de ellos en estado grave.
La tragedia conmovió al país y ante el lamentable suceso, el gobierno de Río de Janeiro y la prefectura de la ciudad decretaron siete días de luto oficial. La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, decretó tres días de luto oficial a nivel nacional.
Rousseff repudió la masacre y rindió un sentido homenaje a quienes calificó de menores inocentes que perdieron la vida y el futuro a tan temprana edad.
En el palacio presidencial, Rousseff señaló que "no era característico del país este tipo de crimen. Por eso, considero que todos aquí, todos nosotros, hombres y mujeres aquí presentes, estamos unidos en el repudio a aquel acto de violencia, en el repudio a este tipo de violencia, sobre todo con menores indefensos".
Pocas horas después, la mandataria brasileña volvió a referirse a la tragedia y señaló que "hoy es un día muy triste para nosotros. Este es un país que tuvo siempre una relación de gran cariño cultural por los niños". Y añadió que resulta inadmisible la violencia en general, pero la violencia contra los infantes es algo que nos coloca a todos los brasileños en una situación de gran repudio y gran sentimiento.
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